La reciente encuesta de la empresa Datum describe el perfil de lo que podría ser el candidato antisistema. Ya que casi siempre se ha situado al candidato antisistema bajo el paraguas del populismo es probable entonces que algo haya de cierto. Si es así, en las próximas elecciones vamos a tener un candidato antisistema que aproveche el actual momento populista. No obstante vale preguntarse primero ¿qué es ser antisistema? 

Si es cierto que el sistema es el reflejo de un contrato social previo entonces hay posibilidades que aparezca el candidato antisistema. Porque si algo sabemos es que el contrato social está quebrado. La inseguridad ciudadana es una prueba irrefutable que el contrato que funda al estado está debilitado. La ventana por donde se metería el candidato antisistema, según Datum, sería la inseguridad ciudadana que cunde en estos días. La encuesta en ciernes señala que el 16% de entrevistados piensa que la principal propuesta de un candidato antisistema sería acaba con la inseguridad y un 10% cree que sería la pena de muerte. En ambos casos el hilo unificador es la inseguridad.

Ahora bien, detrás de todo momento populista está la crisis de representación política y la frustración de demandas que no son canalizadas institucionalmente por los partidos políticos, tan débiles en el Perú de hoy. Hay, entonces, una gran ventana abierta en la que puede entrar fácilmente un candidato que represente esas demandas no canalizadas, sobre todo trayendo el orden que el sistema –contrato social- ha dejado al lado.

Hasta cierto punto el fujimorismo representa la mano dura contra la inseguridad. Pero eso no le asegura a Keiko ninguna victoria ya que se gana con el 51% y no con el 37% que ahora tiene según Datum. Pero el Perú es extremadamente volátil y la posibilidad que surja un candidato antisistema aprovechando el problema de inseguridad  no está cerrada. No necesariamente el candidato antisistema deba provenir de la derecha por una razón sencilla, el problema de inseguridad ciudadana es transversal a cualquier geografía ideológica. Puede venir desde la izquierda como en el caso de Humala, por el que se votó creyendo que su condición de ex militar lo encumbraba como sanador de los males de la sociedad, entre ellos la inseguridad ciudadana.

Hay un momento populista, una gran ventana abierta. Quien aparezca habrá leído bien el momento y tendrá buena parte del juego político ganado.